En este libro expongo muchas de las razones por las cuales pudimos haber perdido a Venezuela, sin embargo, no podía dejar fuera una de esas razones.
El 23 de abril de este mismo año, 2009 en uno de los auditorios de la Universidad de Miami, asistí a una conferencia en la cual participó como estrella del evento el Sr. Poleo. Una señora venezolana identificada como perteneciente al grupo de Gente de Petróleo, llamada Raiza, sacó de su manga un libro escrito por el General de Brigada y abogado venezolano Herminio Fuenmayor, titulado “ESTOS HOMBRES ENTERRARON LA DEMOCRACIA”, ISBN 987-980-12-3204-9 cuya primera (y única) edición salió el año pasado, en el año 2008.
Al sacar este libro y luego de pedirle a Rafael Poleo que le explicara a la audiencia por qué el General Fuenmayor lo mencionaba como parte de un grupo de 6 personas que habían “enterrado la democracia”, el connotado periodista venezolano (propietario de la Revista Zeta y del diario El Nuevo País), gritó: “¡me voy pal carajo!” y salió del auditorio sin responderle a la tal señora Raiza.
El evento me SORPRENDIÓ ENORMEMENTE, pues jamás esperé tal reacción – novata – de un personaje que tiene más de mil batallas en su haber, unas ganadas… y otras perdidas. Eso nos demuestra que uno nunca termina de sorprenderse en esta vida.
Por supuesto que esta reacción de Poleo lo único que hizo fue despertar mi curiosidad por lo que se había escrito de él en ese libro, porque cuando se lo mencionaron, le mencionaron a Satanás en persona. Apenas llegué a la casa me comuniqué con Venezuela para que me consiguieran un ejemplar del CANDENTE LIBRO, pero me respondieron, al día siguiente, QUE HABÍA DESAPARECIDO DEL MAPA. Ni en las bibliotecas de Caracas se podía encontrar una copia, algo insólito… al menos así me respondieron a golpe del mediodía del día siguiente, viernes 24 de abril.
Entonces me acordé de un amigo que tengo en Venezuela entre los altos oficiales en retiro y éste me consiguió el teléfono de habitación y el celular del autor de la “obra”, el General Fuenmayor. A partir de entonces hablé animadamente con él por teléfono en varias oportunidades.
El General Fuenmayor se mostró muy colaborador por teléfono. Cuadramos una entrevista radial para el siguiente lunes, la cual jamás se llevó a cabo. El General Fuenmayor estaba dispuesto a ratificar en la entrevista que le haríamos desde Miami, todo lo que estaba escrito en aquel libro, que todavía no me había leído. Si Rafael Poleo fue uno de los SEIS HOMBRES que, según Fuenmayor, enterraron la democracia, NOSOTROS haríamos TODO LO QUE ESTUVIERA EN NUESTRO PODER por divulgar su culpa. Se suponía que en ese libro del General, había suficientes pruebas al respecto.
El General Fuenmayor fue más que diligente en enviarme el mencionado libro y otro más reciente escrito por él, además de un CD con el texto para que pudiéramos colocarlo en el blog que estaba pensando abrir en la Internet, el cual sería visitado por CIENTOS DE MILES de lectores.
El General Fuenmayor me envió ambos libros por Fedex, los cuales debieron llegar el sábado 25 de abril. De esa manera podríamos preparar las entrevistas que serían transmitidas en varias entregas, por lo extenso – suponíamos nosotros – del asunto. No pudo llegar el sábado porque el paquete “no pasó la aduana”. Eso me preocupó porque pensé que se trataba de una censura impuesta por las autoridades norteamericanas, lo cual me extrañó inmensamente… pero como “de que vuelan-vuelan” y se suponía que el libro era una BOMBA ATÓMICA, pensé lo peor. Total que el aquete llegó el lunes 4 de mayo; lo abrí y me DEVORÉ el primer libro, el que me interesaba.
¿Quién es el General y Abogado Herminio Fuenmayor? No es ningún pendejo, déjenme decirles. En primer lugar se trata de un general de brigada, en retiro, graduado de abogado en la Universidad Santa María, es decir… ya por ahí lo supongo un ser pensante que usa (o debería de usar) las cuatro neuronas básicas que Dios nos dio. Realizó todos los cursos reglamentarios que exigía su fuerza, el ejército, incluyendo el curso de Altos Estudios para la Defensa Nacional. Complementó su formación académica militar en universidades como el Staff College de Camberley en el Reino Unido. Realizó estudios de postgrado en la universidad West Indian de Jamaica; en el Instituto de Derecho Notarial y Registral de Argentina, en nuestra Universidad Simón Bolívar y en el IESA, fue asesor de grupos y ejerció funciones en el Servicio Exterior de Venezuela DURANTE ONCE AÑOS, además de colaborar para la CIA por más de QUINCE AÑOS… según me comentó por teléfono. Les dije que no era NINGÚN PENDEJO.
Pero hay más. Participó en la solución de conflictos en países en situación de crisis como Jamaica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y El Salvador. En 1974 participó en la transición democrática producida en España con la llegada al poder de Felipe González. ¿Pendejo el hombre? ¡Ni de vaina!
Como si todo esto fuese una pelusita insignificante, posee más de treinta y cuatro condecoraciones nacionales e internacionales y más de 25 barras de honor al mérito militar. Me había topado con un “duro”, un “big leager”. Ese libro habría que leerlo DE INMEDIATO.
La parte de su obra que trata de los “Notables Militares” (porque había “Notables Civiles”) resultó interesante, aunque muchos lectores civiles se aburrirían, sobre todo los más jóvenes. Esa parte estuvo bien. Habla del grupo de altos oficiales que comenzó a conspirar en contra de la democracia y que al llegar Chávez al poder le dieron su respectiva patada por el trasero, como era de esperarse. El control debe estar en manos del Máximo Líder, no de grupo alguno. Eso está en el “libreto” del castro-estalinismo internacional. De ahí que NADIE, ni de parte del oficialismo ni mucho menos de parte de la “oposición”, podrá levantar su cabeza sin que se la vuelen en MIL PEDAZOS. Yo no necesito tantos estudios ni tantas condecoraciones para saberlo… me bastan mis MÁS DE TREINTA AÑOS conociendo desde adentro al monstruo para saber que esa guarandiga es así.
Luego se mete con Alfredo Peña, acusándolo de palangrista (periodista que cobra por publicar denuncias o cualquier tipo de escrito que favorezca a quien le paga), pero no dice absolutamente nada que lo relacione a las conspiraciones, al menos no en detalle. Nada nuevo. Claro, el General Herminio Fuenmayor, como Director de la Dirección de Inteligencia Militar durante la época del segundo mandato de Carlos Andrés, se dedicó más a investigar militares que a civiles… supuse yo. Según cuenta en su libro, Peña recibía de sus manos, sobres repletos de bolívares, para denunciar lo que a él – al General Fuenmayor – le convenía que divulgara en sus programas de televisión y en sus columnas de la prensa plana.
Después de tocar el tema del “pobre” Alfredo, le enfiló los cañones a otro “infeliz”: Rafael Poleo, pero, de igual manera, NINGÚN APORTE CONCRETO SOBRE SU SUPUESTA CONSPIRACIÓN. Más bien se refirió a temas personales y de cómo lo agarraron, según él, en la simulación de hechos punibles, delito por el cual fue encontrado culpable y lo llevó al exilio en la primera vuelta de CAP. Me recordó algo que ya había olvidado: el indulto presidencial que Poleo recibió de Octavio Lepage durante esos días que fungió como presidente de la república (entonces todavía no era “bolivariana”) a raíz de la “bajada del poder” del entonces presidente Pérez. Busqué al final del libro a ver si encontraba más material sobre Poleo y nada.
¡Qué decepción, hermanitos míos!
Poleo me había acusado en la conferencia de haber sido el “autor intelectual” de su bochorno, suponiendo que había enviado a la Sra. Raiza a que mostrara el libro al auditorio y le preguntara sobre su participación en el “entierro” de la democracia en Venezuela. A la salida del evento, que terminó como “la fiesta del Guatao”, llegó a amenazarme delante de todos aquellos que lo rodeaban: “¡Alonso, yo soy un hombre agradecido!” Supuse que el mensaje “subliminal” era que así como era “agradecido”, era VENGATIVO. Me había buscado un nuevo enemigo… uno más para mi ya-larga lista.
Siguiendo la lectura de la “obra” del General y abogado Fuenmayor, llegué a la página 105 de un total de 245, de las cuales 146 están dedicadas a “echar el cuento” y el resto como anexo, con la “debida documentación”. Ahí boté todas las velocidades de mi caja sincrónica, ya maltrecha por los años de tanta lucha. Apenas comencé el “capítulo” sobre Jamaica, me encontré esta perla:
“En 1979 a raíz del triunfo de Edwar Seaga y la derrota de Michael Mailen en la pugna por el cargo de primer ministro en el gobierno del partido PNP, el acercamiento con el régimen comunista de Fidel Castro había permitido una cooperación de más de cinco mil internacionalistas, especialmente en las áreas de educación, salud, deporte y política. La línea de enfrentamiento con el gobierno inglés, del que fuera antigua colonia, y con el de Estados Unidos, condujo a la isla a un espantoso bloqueo no declarado. A las dos potencias se sumaron muchos países del Caribe, particularmente los anglo-parlantes.”
“¿Qué vaina era esa?” Me pregunté de inmediato… y seguí leyendo, ahora incorporado en mi silla de lectura en la que había estado echado como un pachá. He aquí el resto de ese corto capítulo:
“El odio y la desesperación llegaron a niveles tales que al conocerse el triunfo de Seaga, bandas armadas de su partido se movilizaron con el objetivo de aislar la Embajada de Cuba, destruir sus instalaciones, asesinar a su personal diplomático y a los cinco mil internacionalistas cubanos. Mis buenas relaciones con el doctor Seaga y la excelente relación que mantenía con el Embajador cubano, motivaron a que éste, Ulises Estrada, solicitara mi intermediación para evitar lo peor: La Habana amenazaba con destruir Jamaica con sus aviones MIG 21 y 23. El mensaje de Estrada a Seaga era elocuente: “Comandante Fuenmayor le agradezco que le diga al Dr. Seaga que Jamaica se encuentra a menos de 10 minutos de Cuba con los MIG, que si le hacen daño a la Embajada o a nuestra representación diplomática o civil (Internacionalistas) destruiremos Jamaica, es la decisión de Fidel. Estamos dispuestos a abandonar Jamaica a las 06:00 Hrs, tiempo que consideramos suficiente para reunir a toda nuestra gente en dos buques que vienen de Cuba y que al amanecer tendremos en el puerto. Le agradezco toda su cooperación y la del gobierno que Ud., como mi amigo y de Cuba y Agregado Militar, representa”.
“La situación era demasiado grave. Ulises Estrada Embajador de Cuba solicitó mi cooperación a las 21:00 Hrs; consultar con nuestro Embajador no era posible se encontraba fuera de Jamaica y del Ministro Consejero encargado me arriesgaba a recibir una negativa. Y sabía que plantearlo al Gobierno de Venezuela era recibir un rotundo no. Por eso, bajo mi propia responsabilidad, tomé la decisión de intermediar. Por más de tres horas estuve con Seaga y con la gente más representativa de su partido. Finalmente aceptaron retirar la población y la maquinaria de los alrededores de la Embajada dando tiempo de salir a los cubanos.”
“Debo mencionar que Estrada había apostado conmigo dos cajas de escocés a favor de la reelección del premier Manley. Yo apostaba por Seaga. Obviamente, por lo complejo de su partida, no canceló su apuesta. Pero las cosas vistas en perspectiva, y con calma, llegan a ser hasta divertidas. Diez años más tarde, en febrero 1989 había sido designado Jefe de Seguridad y de la Casa Militar cuando Fidel Castro visitó el país con motivo de la toma de posesión del segundo gobierno de CAP. Me correspondió acompañarlo en la limosina desde aeropuerto rumbo a Caracas. Para mi sorpresa, el comandante Castro me relató nuevamente la historia, la conocía con lujo de detalles. Me mostró el agradecimiento del pueblo cubano y entonces me dijo:
¿Qué vaina era esa que estaba leyendo de la pluma del “mi General” Herminio Fuenmayor? No joda… y seguí leyendo hasta llegar a esta otra PERLA (con mayúsculas) que me encontré en la página 110 y 111, bajo el capítulo titulado “La Segunda Presidencia de Pérez”.
“Para entonces hacía muchos años que prestaba mis servicios como oficial de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. Siempre he vivido en la cultura del secreto, dentro de ese gran mundo cuyas fronteras están definidas por la necesidad de conocer. Soy portador de muchos secretos, incluso de gente de todos los gobiernos del puntofijismo y estoy dispuesto a defender hasta con mi vida esos secretos que me han sido confiados. En aquel entonces tenía la misma disposición de proteger al comandante Castro, a quien considero, de paso, buen amigo. Aunque para muchos sea un
“Esa nueva misión, dentro de la selva de ambigüedades y riesgos que implica moverse en el mundo de la inteligencia, la consideré entonces el más grande de los retos de mi carrera. Se trataba de cuidar a un hombre odiado por los gobiernos de Estados Unidos, un hombre al que habían intentado asesinar en innumerables ocasiones y considerando además la existencia de unos 350 mil exiliados cubanos en Venezuela era un verdadero reto dar seguridad a Castro en nombre de un gobierno y de todo un país.”
“El gobierno cubano, que sí conocía las amenazas potenciales para su mandatario, nos apoyó con dos aviones rusos, más de cien agentes de seguridad, con numerosos agentes de apoyo, cocineros, médicos, enfermeras; conductores, especialistas en comunicaciones, armamentos, explosivos, etcétera. Y además, con numeroso parque de guerra con armas individuales, colectivas y de gran poder de destrucción. La estrategia implicada traer sus propios alimentos y bebidas, incluyendo licores, cigarrillos y tabacos. Todo un gigantesco operativo como jamás había tenido presidente o jefe de Estado de visita a Venezuela. Se mantuvo en secreto su hora de llegada a Maiquetía. Se ocultó cuál sería el hotel en el que se hospedaría, desviando la atención hacia el Hilton y el Tamanaco. Decidimos el Eurobuilding que para entonces estaba 90 por ciento terminado pero aún no había sido inaugurado.”
“La llegada al aeropuerto a la una de la madrugada fue todo un acontecimiento: a pesar del secreto una tremenda recepción le esperaba. Ese hombre odiado por muchos, también tiene muchos otros que prácticamente lo veneran como a un Dios. Camino a Caracas, me refirió el episodio vivido en Jamaica, de lo agradecido que estaba (Fidel), me hizo sentir casi un héroe. En medio de una amena plática me demostró el nivel de su desconfianza, o la confianza de que siempre hay conspiraciones a su alrededor, y me dijo:
“Ahora escribiendo estas líneas reflexiono acerca del por qué de la presencia de Fidel Castro en este país y lamento llegar a la conclusión de que ni el gobierno ni las Fuerzas Armadas supieron aprovechar lo que en ese momento el gobierno de Cuba estaba dispuesto a dar a cambio de nada. Sólo pedían comprensión para su sistema, y hacerse escuchar. Actuamos como acomplejados. Temíamos que un fuerte intercambio con los militares cubanos pudiese hacer cambiar la mentalidad de nuestros soldados y oficiales. No había nada que temer. En ese momento Cuba estaba sola en su Revolución, la derrota y retirada de África y su vínculo con la URSS en disolución, creo que Fidel buscaba en Venezuela un presidente amigo y socialista comprensivo para su salida de la realidad del infierno comunista en el cual se encontraba sumergido por más de 45 años, no tenía nada que contagiarnos en un supuesto plan estratégico con su Revolución en ese momento ya que Venezuela disfrutaba de una gran democracia, ejemplo y realidad de toda Latinoamérica. Ellos no venían aquí a exportar su revolución, perdimos una gran oportunidad de intercambiar experiencias o por lo menos de explorar las intenciones que el régimen cubano tenía. En lo personal, luego de setenta y ocho horas al lado del comandante, tratando de desglosar los indicios que me llevaran a encontrar lo bueno y lo malo de aquél hombre, sólo logré hallar a un quizás fingido amigo, a un líder, a un gran patriota equivocado o no, quien está dispuesto a perderlo todo por Cuba, menos su Revolución”.
Ojo, les recuerdo a todos ustedes que no me estoy leyendo un libro escrito por un ex guerrillero venezolano, como Teodoro Petkoff o Américo Martín. Estoy ante la obra del General de Brigada y Abogado Herminio Fuenmayor, quien de pendejo no debería de tener ni un solo pelo. ¡EL HOMBRE ESTÁ PROFUNDAMENTE ENAMORADO DE FIDEL CASTRO! ¡Cómo no íbamos a perder a Venezuela! Estamos ante un GENERAL DE BRIGADA, que desde su cargo como Director de la DIM (Dirección de Inteligencia Militar) tenía como función, entre otras, DEFENDER A VENEZUELA.
¿Cuántos palos no nos habrán metido entonces, SIN VASELINA… a cuenta de “cinco cajas de ron viejo castrista” y unas clases de “ballet clásico” para su hija?
No, no, no, no… yo creía que lo había escuchado y leído TODO. Evidentemente me faltó el complemento del libro del General Herminio Fuenmayor, por lo cual agradezco profundamente el exabrupto de Rafael Poleo, aquella noche del 23 de abril del año 2009 en un auditorio de la Universidad de Miami. ¡¡¡De no haber sido por la “volada de sus tapones”, jamás me hubiera enterado de estas LOCURAS…!!!
Mis recomendaciones para Poleo es que cargue un ejemplar de ese librito en su maletín cada vez que vaya a dar una conferencia (me supongo que no será en la ciudad de Miami) y si alguien le sale con lo mismo que le salió la Sra. Raiza, se vaya a la páginas 110 y 111 y lea el extracto de lo que acabo de reproducir arriba. Al menos en Miami, eso hubiera sido más que suficiente como para dejar claro quién lo había atacado. De ahí en adelante, a quien ese General atacara, le estaba haciendo un favor.
Pero veamos más de cerca algunos de los pasajes del General Herminio Fuenmayor en la “obra” que le “voló los tapones de la azotea” a Rafael Poleo.
“La Habana amenazaba con destruir Jamaica con sus aviones MIG 21 y 23. Comandante Fuenmayor le agradezco que le diga al Dr. Seaga que Jamaica se encuentra a menos de 10 minutos de Cuba con los MIG, que si le hacen daño a la Embajada o a nuestra representación diplomática o civil (Internacionalistas) destruiremos Jamaica, es la decisión de Fidel.”
Si yo hubiera sido el General Fuenmayor le hubiera respondido a Cuba: “Sí como no… ya lo informo”, y hubiera dejado que los Mig 21 y 23 armaran el verguero… a ver si lo iban a armar, porque una cosa es lo que Fidel dice en sus amenazas y otra cosa, muy distinta, es la que él hace. El “mensaje” que yo hubiera transmitido hubiera sido: “me he enterado de que Fidel Castro está cagado del miedo por la toma de la embajada en Jamaica…” y me hubiera sentado con un Bloody Mary a ver qué carajo pasaba.
“Le agradezco toda su cooperación y la del gobierno que Ud, como mi amigo y de Cuba y como Agregado Militar, representa”.
¿Cómo coño un General de Brigada venezolano va a sentirse “amigo” de un régimen que no hacía mucho había MASACRADO a sus compañeros de armas en las guerrillas que ese hijo de puta montó en suelo patrio?
Ahí “mi general” perdió una GRAN OPORTUNIDAD de vengar las muertes de tantos venezolanos, muchas de ellas INOCENTES y sin sentido alguno.
“Las deudas que no pagan los hijos, las podemos pagar los padres. Cuba no produce whisky, pero sí el mejor ron del mundo, de modo que por las dos cajas que se le deben, yo le pagaré cinco. De lo cual siento un profundo reconocimiento.”
Sencillamente: ¡sin comentarios!
Dijo “mi general”, refiriéndose a la Bestia del Caribe: “Creo que es un hombre, un líder, profundamente interesante, humano, cordial, enérgico, sincero, inteligente y sobre todo, con un profundo amor a su patria. Tiene derecho a tener su propio estilo de amor.”
Ojo. Eso no fue lo que escribió en el año 89… ¡ESO LO ESCRIBIÓ LOS OTROS DÍAS, EN EL AÑO 2008! Se está refiriendo al AUTOR INTELECTUAL de la pesadilla venezolana… este general de mil galardones. ¿Fidel Castro humano? Ojalá se entere de cómo masacró a los pobres infelices, incluyendo bebés, niños, mujeres y ancianos, del “Remolcador 13 de Marzo”. Cuando este general (y abogado) escribió esa MIERDA, ya Castro había masacrado a esa gente, a los combatientes de la Brigada que metió en la gandola (la rastra), a los cuatro pilotos desarmados de Hermanos al Rescate… y había pasado por el paredón a DECENAS DE MILES DE CUBANOS… sin mencionar TOOOOOODO LO DEMÁS y, SIN MENCIONAR, todo lo que ya ha hecho en Venezuela, lo que ESTÁ HACIENDO y lo que está por hacer. ¡No me joda, “mi general”!
“Aunque para muchos sea un
Es evidente que para “mi general”, Castro NO ES UN HIJO DE PUTA. Claro, en el caso de que lo fuera, es un hijo de puta de Cuba… allá los cubanos. Este general se olvida que ese HIJO DE PUTA (hijo de puta entre comillas, según “mi general”), es quien ha venido DEPREDANDO LAS RIQUEZAS VENEZOLANAS, sin mencionar la DEPREDACIÓN a todos los niveles de la sociedad, comenzando por la mentes de CIENTOS DE MILES DE NIÑOS VENEZOLANOS que ya están siendo adoctrinados en Venezuela… ese HIJO DE LA GRAN PUTA.
Según el general, el “gobierno” (RÉGIMEN) de ese “HIJO DE PUTA”, es el que el pueblo cubano se merece: ¡VÁYASE USTED A LA MISMÍSIMA MIERDA, “MI GENERAL”, CON TODAS SUS BARRAS DE HONOR METIDAS POR DONDE USTED SABE!
“...de lo agradecido que estaba (Fidel), me hizo sentir casi un héroe.”
“Mi general”, de vaina no le da usted un hijo a Fidel. ¡Carajo, usted es un hombre… y estamos en el año 2009!
Uno de los grandes orgullos de mi vida ha sido el precio que Chávez y Castro le pusieron a mi cabeza… imagínese usted, “mi general”. Y usted casi se sintió un héroe porque el hombre que MASACRÓ A VENEZOLANOS durante los 60’s y 70’s y que MANCILLÓ EL SUELO DE SU PATRIA a través de MÚLTIPLES INVASIONES, entre ellas la de Machurucuto, le dijo que estaba MUY AGRADECIDO POR SUS SERVICIOS DE “GUACHIMÁN” (sereno) DURANTE LOS DÍAS EN QUE DE VAINA NO SE MUDA A VENEZUELA, DURANTE LA “CORONACIÓN” DE CAP.
“Es posible general, que si yo muero en un atentado en Venezuela usted muera conmigo. Debemos cuidarnos mutuamente”.
Esto constituye una EVIDENCIA MÁS de cómo Castro ha amenazado y HUMILLADO a los oficiales, a los altos oficiales, venezolanos. La primera vez fue a raíz de la primera sentencia absolutoria en el caso del juicio a los indiciados por la voladura del avión cubano, como ya relaté en el capítulo anterior.
La segunda fue cuando le dijo a usted que si le pasaba algo a él, a Castro… se la iban a raspar. Tal vez usted NO ENTENDIÓ BIEN EL MENSAJE.
La tercera fue el 3 de abril de 2002 cuando el embajador cubano en Venezuela, Germán Sánchez Otero, llamó a “mi otro” general, Efraín Vásquez Velazco para ADVERTIRLE (AMENAZARLO) que si algo le sucedía a Chávez, Castro se iba a raspar a todos los generales venezolanos. Después nos preguntamos cómo perdimos a Venezuela, si la perdimos o no… y cuándo comenzamos a perderla.
“Hasta hubo tiempo para un intercambio de regalos en una entrevista familiar en la que mi hija Yoleyva recibió el apoyo -completamente gratuito, como es la educación en el difícil arte del ballet clásico- de una profesora de ballet cubana que se encontraba en un intercambio con la Fundación Teresa Carreño. Fue un gesto que mi familia jamás olvidará.”
¡NA’GÜEVONÁ…!
“El gobierno cubano, que sí conocía las amenazas potenciales para su mandatario, nos apoyó con dos aviones rusos, más de cien agentes de seguridad, con numerosos agentes de apoyo, cocineros, médicos, enfermeras; conductores, especialistas en comunicaciones, armamentos, explosivos, etcétera. Y además, con numeroso parque de guerra con armas individuales, colectivas y de gran poder de destrucción.”
¡Carajo, cómo extraño a Don Rómulo Betancourt! Cuando Castro visitó Venezuela por primera vez, para su discurso desde El Silencio de Caracas del 23 de enero de 1958 y para pretender conspirar con Rómulo Betancourt en contra de los norteamericanos, siendo Betancourt presidente electo, éste le dijo a Castro que dejara toda esa “chatarra” fuera de su oficina, antes de sentarse en su despacho para conversar. Betancourt se estaba refiriendo a los armamentos que Castro llevaba guindado de su cinturón de campaña. Y el general nos hace una relación de toda la “chatarra” que Castro se trajo a Venezuela, para la visita de la “coronación” de CAP, para que sus hombres (no los del General Fuenmayor) lo cuidaran, incluyendo “armas individuales y colectivas de gran poder de destrucción” (sic). ¡Na’güevoná!
Por cierto que cuando Castro intentó venderle la “revolución” a Don Rómulo, éste le respondió que él estaba interesado en la EVOLUCIÓN, no en la REVOLUCIÓN. Castro salió de esa reunión con la firma decisión de apoderarse de Venezuela por la vía dura, de la guerrilla. Intentó esa estrategia y fracasó, gracias a los COJONES de nuestros militares de entonces y de la férrea decisión de Betancourt para que no nos quitaran el país. Casi medio siglo después, Castro logró alzarse con nuestra patria por la vía democrática, a través de los votos.
Eso, precisamente, fue lo que sacamos coqueteando con Castro, a partir del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, quien al final de su primer gobierno firmó el acuerdo (con Cuba) de “Reunificación de la Comunidad Cubana en el Exterior” (de los cubanos en el exilio).
Este acuerdo lo vino honrar, a plenitud, el siguiente gobierno de Luis Herrera Campins, a partir de 1979. El mismo benefició a muchas familias cubanas, es cierto. Sin embargo, fueron muchos los infiltrados que Castro envió a Venezuela, algunos de los cuales siguieron camino hacia Estados Unidos y otros bajaron al Perú.
Llegado Herrera Campins al poder, fui nombrado “Comisionado Presidencial” como enlace entre el gobierno de Venezuela y el Exilio Cubano, a las órdenes directas del Ministro de la Secretaría de la Presidencia, el Dr. Gonzalo García Bustillos. Mi ÚNICA MISIÓN era detectar posibles espías que, con toda seguridad, Castro nos enviaría desde Cuba, aprovechando la ingenuidad democrática de CAP. De hecho, DETECTAMOS TANTOS INFILTRADOS que mi sugerencia al gobierno de Luis Herrera fue que eliminaran el plan… y así se hizo. Aunque entonces no existían la computadoras personales ni los celulares, que hoy tanto facilitan las investigaciones policiales, comenzamos a detectar muchísimos cubanos que estaban llegando a Venezuela y que NO TENÍAN NI UN CONOCIDO EN EL PAÍS. Esos eran los infiltrados, porque se suponía que la idea era reunificar en el “exterior” (EN EL EXILIO) a aquellas familias cubanas divididas por la “revolución verde como las palmas”.
Gracias a ese acuerdo, firmado entre CAP y Castro, que seguramente salió de la mente del segundo, fue captado Adán Chávez, hermano mayor de Hugo Chávez, quien fue invitado a Cuba en varias oportunidades a través del Instituto de la Amistad Cubano-Venezolano. Se podría decir que fue ese acuerdo el responsable de la pesadilla por la cual atraviesa hoy Venezuela.
Claro. Uno entonces ALERTABA sobre la infiltración castrista y era acusado de RADICAL. Vemos cómo, todavía hoy, piensa un general que tuvo en sus manos la Dirección de Inteligencia Militar. Él mismo nos está relatando cómo Fidel Castro lo mareó con halagos, CINCO CAJAS DE RON y unas clases de ballet clásico para su hija… además de su magnética personalidad, no cabe duda alguna. Me juego la vida a que el General Herminio Fuenmayor no le prestaba mucha atención a las posibles – y seguras - marramuncias que Castro maquinaba en Venezuela. Él, el General Fuenmayor – quien además es abogado – está acusando a seis individuos de haber enterrado la democracia en nuestro país y no se ha dado cuenta de que, en todo caso, falta un séptimo: él mismo.
El General Herminio Fuenmayor se hace llamar “General y Abogado”. En Cuba había una manera para describir a los periodistas, que – además – eran abogados. Se decía: “periodista y abogado, hijo de puta al cuadrado.” Jamás conocí a un general que – además – fuera abogado… pero, evidentemente, los hay.
Robert Alonso
XXXXXXXXEL MANIFIESTO
XXXXXXDE LA NUEVA LUCHA
XXXXX(“MANIFIESTO DE LA LIBERACIÓN”)
I. EL ÚNICO OBJETIVO
El único objetivo de esta nueva lucha es erradicar de suelo patrio a los regímenes que nos han mancillado la libertad y los más elementales derechos consagrados a la humanidad.
II. EL CAMINO HACIA ESE ÚNICO OBJETIVO
Unir a nuestra sociedad civil en torno a una nueva lucha: la resistencia no-violenta cuyo fin será la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida; la cual, a su vez, busca provocar la insurrección (implosión) militar necesaria para deponer al enemigo apátrida del poder.
III. AL FINALIZAR LA LUCHA
Al finalizar la lucha para defenestrar a los regímenes deslegitimados y traidores, se instalaría en nuestros países un gobierno cívico-militar que pondría orden en la sociedad, haría justicia y sentaría las bases para la redacción de una nueva constitución con la participación de todos las fuerzas vivas democráticas existentes.
IV. CARACTERÍSTICAS DEL ENEMIGO
Debemos comenzar por conocer y entender al enemigo como un ente apátrida y traidor que no conoce fronteras, que desconoce la piedad y que empleará todos los medios disponibles para justificar su único fin: mantenerse firme y eternamente en el poder, en pro de su beneficio personal y el de unos pocos.
Para el enemigo es mantenerse en el poder o morir. No hay otra. Estamos hablando de una muerte física, ya no política. Hugo Chávez, por ejemplo, está consciente de que el día en que él pierda el poder, perderá la vida física porque no podrá mantener la seguridad que hoy le ofrece su régimen. Para el enemigo es seguir “comiendo gallina”, so pena de “morir arponeado”.
Ante tal contrincante no hay tregua. No hay posibilidades de entendimiento... de diálogo ni de esperanzas de eliminarlo por medio de la vía electoral. A un enemigo así hay que sacarlo con fuego: el fuego de la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida que desemboque, irremediablemente, en una insurrección militar.
V. CON QUÉ CUENTA EL TIRANO
El tirano tiene dos grandes recursos: dinero y armamento militar, precisamente con lo que no cuenta la sociedad civil. Para nosotros, el enemigo es invencible en el campo militar, en el campo de la violencia. La violencia le es de su absoluto monopolio, su mayor aliado, de ahí la necesidad de luchar en un plano diferente, donde él no cuente con recurso alguno.
El enemigo, además, tiene el apoyo incondicional de la llamada “comunidad internacional”, porque allá afuera se es alérgico a los cambios radicales que pudieran poner en peligro a sus propios intereses. Por ejemplo, una desestabilización sostenida del régimen actual en Venezuela, desestabilizaría el mercado energético a nivel mundial, lo que traería un instantáneo dolor de cabeza en los ámbitos políticos y económicos en los países industrializados del llamado “Primer Mundo”.
Para eliminar ese apoyo incondicional del cual hoy son acreedores estos regímenes, debemos afectar – sostenidamente – los intereses internacionales y para eso, la mejor manera es “embasurando” al país oprimido mediante una paralización total, absoluta y sostenida... a través de la sublevación cívica no violenta. Un verdadero, efectivo y sostenido PARO GENERAL.
Una vez que la “comunidad internacional” entienda que el desbarajuste se mantendrá indefinidamente en el país convulsionado mientras las existentes autoridades estén frente al poder y que la sociedad civil de ese país no tiene la más mínima intención de amainar la resistencia, otro gallo le comenzará a cantar al régimen y esa “comunidad internacional” cambiará inmediatamente de bando, colocándose del lado de la inminentemente nueva opción de poder, es decir: del lado del pueblo sublevado.
VI. CON QUÉ NO CUENTA EL TIRANO
El enemigo no cuenta con el apoyo incondicional de la inmensa mayoría del pueblo, así parezca lo contrario en regímenes en los cuales se ha implantado el terror como un método de “seguridad ciudadana” y existe una doble moral, donde cada quien lleva puesta una careta. Una vez que ese pueblo mayoritario explote de manera generalizada y sostenida, no habrá forma de controlarlo. Los tiranos lo saben y le temen a las sublevaciones.
Precisamente, la carencia del enemigo es nuestra mayor herramienta. Nosotros contamos con ese pueblo mayoritario: ¡nuestro gran ejército! Es a ese pueblo a quien debemos comprometer en la lucha de resistencia no-violenta.
Si bien el enemigo cuenta, por ahora, con el apoyo internacional, ese apoyo es efímero y se disolverá de inmediato al entender - la “comunidad internacional” - que el pueblo está decidido a cambiar de autoridades y a defenestrar a la tiranía.
Será la “comunidad internacional”, entonces, un valioso aliado que hará su parte para presionar al tirano a que abandone el poder para buscar con ello la estabilidad regional y, en casos como Venezuela: la estabilidad energética mundial.
Pero no nos engañemos. El régimen puede perder absolutamente todo el apoyo del pueblo, que si éste no se subleva es como si ese apoyo no lo hubiera perdido. La historia está llena de ejemplos de países subyugados por odiosas tiranías y las mismas se mantuvieron por décadas en el poder a través del terror, porque sus pueblos jamás fueron inducidos a la sublevación y equivocaron sus métodos de lucha... hasta un día.
VII. CUÁL ES NUESTRO RETO INMEDIATO
Nuestro reto inmediato debe de ser cohesionar a la sociedad civil en un ente compacto y dispuesto a seguir las instrucciones dentro de una estrategia YA PROBADA de lucha, que obedece a la modalidad de la resistencia no-violenta.
Debemos comprometer a ese pueblo opositor a que se una a la resistencia de una manera activa, participativa y decidida.
El primer paso es el de educar a la sociedad civil a sublevarse de manera activa, generalizada y sostenida, donde se logre el ÚNICO OBJETIVO de derrocar la tiranía con el menor trauma posible. Cada gota de sangre de nuestros hermanos es parte del tesoro nacional. Debemos preservar cada gota de nuestra sangre para la reconstrucción del país.
No es fácil educar a todo pueblo, sin embargo, nuestras instrucciones son sencillas, como veremos más adelante. El enemigo puede enterarse de esta estrategia sin mayores peligros para la sociedad civil, ya que las tiranías no cuentan con los recursos para combatirla. Además, los regímenes totalitarios, a estas alturas, conocen muy bien qué les viene encima cuando un pueblo se une en torno a la resistencia no-violenta.
Los regímenes harán todo lo posible – e imposible – para evitar que un movimiento de resistencia no-violenta tome fuerza, pero cuando vean que el intento es fallido y la sociedad está decidida a organizarse en un solo bloque, comenzarán a “pedir cacao”... a intentar diálogos de “entendimiento”. Al final empezarán a derrumbarse y a perder afectos dentro de sus cuadros internos, tanto políticos como militares. Esa es la experiencia histórica que los tiranos todos conocen y toman muy en cuenta. Hemos oído, por ejemplo, por la boca del propio Hugo Chávez, el daño que las estrategias de resistencia no-violenta les han causado a grandes tiranos de la historia contemporánea y así lo ha relatado en cadena, asombrosamente y a modo de queja, el tirano venezolano.
VIII. TOMEMOS LA OFENSIVA
Hasta ahora los regímenes totalitarios han sido exitosos en tomar y mantener la ofensiva. Por ejemplo, Chávez planifica todas las semanas la agenda de la oposición venezolana en su espacio mediático (radio y televisión) “Aló Presidente”, al anunciar una “bomba” cada domingo. Eso genera una reacción DEFENSIVA de la oposición y así la entretiene durante siete días, hasta el próximo programa... o nuevo escándalo.
Es necesario que los medios de comunicación reseñen las noticias que genera el “oficialismo” de manera casual, pero que nuestros comunicadores no se hagan eco de ellas. Al contrario, pongamos al régimen a comentar las nuestras.
IX. RETÉMOSLE E IGNORÉMOSLE
La verdadera resistencia es un constante retar al régimen. No debe pasar un día en el cual no lo retemos.
La sociedad civil puede organizar eventos - a modo de “tareas” – que reten al régimen. Estos eventos deben de ser ingenuos y absolutamente legales. Por ejemplo, se puede organizar una jornada de varias horas donde todo el pueblo opositor salga al frente de sus respectivas viviendas y, sin obstaculizar el tránsito, rezar el rosario. Todo un pueblo unido rezando el rosario... MOSTRANDO SU RECHAZO AL RÉGIMEN.
Otra “tarea” para retar al régimen podría ser ponerse todos de acuerdo e ir a visitar a un connotado preso político. En ninguno de estos casos habrá necesidad de solicitar permiso para manifestar. No se trata de una marcha organizada.
Claro está que ese reto establecerá un dinamismo que se irá evaluando sobre la marcha, porque no sabemos cuál será la exacta reacción del régimen ni podemos calcular su nivel o intensidad en el campo de la represión.
Al mismo tiempo en que retamos al régimen, lo ignoramos. Debemos pretender que no existe. De hecho: ¡no existe! En Venezuela se levanta el edificio donde una vez funcionó el Congreso Nacional, pero quienes se reúnen hoy en su inmueble, que ahora mientan “asamblea” (como en Cuba), no tienen legitimidad. No los podemos re-legitimar tomándolos en cuenta para nada. Son fantasmas. Uno no se sienta a hablar con fantasmas a menos que se trate de una sesión espiritista. Tomar en cuenta al régimen y a sus acólitos es hacerles el juego y caer en el campo donde ellos se sienten a sus anchas.
No debemos pedirles absolutamente nada a las entidades del régimen. No hay que introducir nada ante la Fiscalía General ni acudir al Tribunal Supremo de Justicia para nada. Esos organismos, al igual que el Congreso, son cascos vacíos usurpados por fantasmas temporales. Por supuesto que no acudiremos a municipio alguno para solicitar permiso para marchar por el territorio nacional.
Sentarse en la mesa de negociaciones con los fantasmas... pretender que modifiquen sus dictámenes, votar en elecciones en contra de ellos (aunque en ocasiones nos dejen “ganar”, como el gato deja que el ratón “se escape” antes de matarlo y comérselo), es perder el tiempo, legitimarlos y retrasar nuestra lucha de resistencia, porque la distorsionamos. En la resistencia se resiste, no se dialoga ni se participa... ¡tampoco se vota! Retamos e ignoramos al régimen día-a-día.
En una lucha de resistencia no acudimos a las citaciones que nos hacen los fiscales ni los tribunales fantasmas. Tampoco pedimos la libertad de nuestros presos. No hablamos con fantasmas.
Esto, como es lógico, supone un gran sacrificio, pero ¿qué lucha no es sacrificada? Es eso, o perderlo todo, incluyendo nuestra dignidad como pueblo. De todas maneras, si no resistimos adecuadamente, terminaremos perdiéndolo todo: ¡la Patria incluida!
X. EL DÍA D
Toda esta lucha de resistencia no-violenta tiene como finalidad llevar al país nacional al “Día D”. El día en que la sociedad civil se sublevará de manera activa, generalizada y sostenida en contra de aquellos regímenes tiránicos. Se habrán acabado las tareas ingenuas y habrá llegado el momento de la verdad.
SUBLEVACIÓN ACTIVA – Porque cada quien participará activamente en la sublevación.
SUBLEVACIÓN GENERALIZADA – Porque tenemos que sublevarnos a lo largo y ancho del país. En cada urbanización o barrio. En cada ciudad, en cada pueblo: ¡EN CADA CALLE! Esa sublevación generalizada debe de ser al unísono, es decir: todos a la vez y en todas partes.
SUBLEVACIÓN SOSTENIDA – Porque tenemos que mantener la sublevación hasta lograr el único objetivo: sacar del poder al tirano y a sus acólitos.
Hay muchas maneras de sublevaciones cívicas. Las hay violentas y no violentas. Por ejemplo, la sublevación que Hugo Chávez convocó, sin éxito, apenas salió de prisión en marzo de 1994, desde el programa de televisión de José Vicente Rangel, fue una sublevación violenta, al estilo del “Mayo Francés” (de 1968).
Ver el siguiente video:
http://www.mrr.name/VIDEO10.htm
La sublevación que nuestro movimiento de resistencia sugiere es no-violenta, al estilo de Serbia, de Filipinas y de muchas otras no-violentas que han dado resultados positivos e incruentos.
Las sublevaciones de Francia, Serbia y Filipinas cumplieron con sus respectivos objetivos, sin embargo, nosotros preferimos la estrategia de la no-violencia por ser la más factible de realizar, la más efectiva, la menos traumática… y la más segura.
La histórica sublevación violenta del “Mayo Francés” fue contra el gobierno democrático del General Charles De Gaulle.
Las no-violentas mencionadas arriba, fueron en contra de dos sanguinarios y genocidas tiranos: Ferdinand Marcos (en Filipinas) y Slodoban Milosevic (en Serbia).
La sublevación en sí es una vía. Es la última “batalla” antes de lograr los objetivos planteados. En el caso de sacar del poder a un tirano, la sublevación cívica debe culminar con la IMPLOSIÓN (o insurrección) militar. Para entonces ya las condiciones estarán lo suficientemente “maduras” como para evitar escenarios de mayores violencias entre militares.
Dentro de esa sublevación no-violenta está la modalidad de “La Guarimba”, la cual hemos venido promoviendo en Venezuela durante muchos años y, en cierto modo, se aplicó entre los días 27 de febrero y 5 de marzo de 2004 con un éxito total, a pesar de no haberse llevado a cabo debidamente porque muchos no observaron las tres reglas doradas (e inviolables) de “La Guarimba”.
“La Guarimba” en Venezuela pudo haber depuesto al régimen en una semana, de no haber sido por la traición de un sector de los líderes “opositores” que pactaron con Hugo Chávez cuando la verdadera oposición popular iba ganando. Uno no se sienta a dialogar cuando tiene a la vista la victoria. La rendición del enemigo debe ser INCONDICIONAL.
XI. NUESTRO MAYOR RETO
El mayor reto de toda sociedad civil que pretenda lograr su libertad a través de la sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida es de carácter comunicacional. Es imperativo enseñarle a todo un pueblo la manera más expedita, correcta y SEGURA de sublevarse sin exacerbar la violencia.
Ojo: No hay que confundir pacifismo con no-violencia. El pacifismo es una forma de vida. La no-violencia es una estrategia de lucha. El 99.99% del pueblo sublevado debe evitar la violencia por razones tácticas más que por convicción moral. La violencia funciona a favor del régimen. Transmitir por TV escenas de muertos en las calles podría desmantelar la sublevación cívica tan pronto como ésta arranca. Es por eso tremendamente importante NO DESPLAZARSE más allá del frente de nuestras viviendas (de nuestras “guarimbas”). De hecho, no es necesario estar en las calles durante “La Guarimba”. Solo necesitamos asegurarnos que nuestras barricadas, frente a nuestras viviendas, estén trancando la vía. Sólo saldremos de nuestras casas para repotenciar aquellas barricadas que ameriten ser repotenciadas.
Decíamos que nuestro mayor reto es, sin duda alguna, de carácter comunicacional. El pueblo debe saber cuál es la manera exacta de aplicar “La Guarimba” dentro de una sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida.
Habremos logrado vencer la barrera de esa dificultad comunicacional mediante la creación de “CELULAS DE RESISTENCIA”.
En biología, la célula es la unidad esencial que forma a todo ser vivo. Es además la estructura anatómica y funcional fundamental de la materia viva, capaz de vivir independientemente como entidad unicelular, o bien, formar parte de una organización mayor, como un organismo pluricelular. Nada hace el régimen con desmantelar UNA célula de resistencia, porque ella forma parte de un todo organismo pluricelular que está representado por millones de ciudadanos quienes no se conocen entre sí. Cada “célula de resistencia” consta de cinco “núcleos” o individuos. Cada individuo solamente conoce y se comunica con otros cinco. En otras palabras: es MATERIALMENTE IMPOSIBLE desmantelar un sistema u organismo pluricelular.
Estas células de resistencia servirán para divulgar la manera correcta y segura de sublevarnos, además: conformarán la más perfecta red de comunicación del sistema pluricelular de resistencia. A través de las células de resistencia nos iremos comunicando como hacen los africanos en la selva con sus tambores. En cuestión de horas podremos comunicar una información a millones de ciudadanos… y si se nos caen los medios de comunicación, como la telefonía o la red de la Internet, podremos comunicarnos boca-a boca, cara-a-cara, porque un individuo, dentro de esa compleja red pluricelular, solamente tiene la responsabilidad de contactar a los miembros de la célula de resistencia que él o ella creó, es decir: A CINCO PERSONAS, no más.
Cada uno de nosotros debe convertirse en “PRECURSOR DE LA LIBERTAD” creando nuestra propia célula de resistencia, es decir, invitando a nuestra casa a CINCO personas. No serán SEIS o más… ni serán CUATRO o menos: SERÁN CINCO PERSONAS NADA MÁS. Necesitamos mantener cada célula lo más manejable posible y si consta de muchos “núcleos” (individuos), se nos hará más difícil contactar a cada uno de ellos en el momento crítico. Recuerden: CINCO PERSONAS NADA MÁS.
Una vez en la reunión, leeremos este manifiesto. Cada invitado se alternará en la lectura de cada párrafo, así se mantendrán atentos y nos aseguraremos de que cada quien haya entendido su contenido.
Leyendo este manifiesto aprenderán la manera más adecuada y segura de implementar “La Guarimba”, es decir:
* Trancando los metros cuadrados de
calle que están FRENTE a nuestras viviendas…
* No desplazándonos más allá del frente
de nuestras viviendas…
* No confrontando con el enemigo…
Así de sencillo Y DE SEGURO es el asunto para el 99.9% de la población sublevada. Habrá “otros” que harán “otras cosas” pero “esas cosas” no las sabrá el régimen hasta que llegue el momento, razón por la cual es IMPERATIVO que el 99.9% de la población NO SE DESPLACE, pues podría ser muy perjudicial para aquel que decida hacerlo.
Sin embargo, habrá que explicar un poco más porque la mayoría de los seres humanos gusta de ponerse barreras. Siempre habrá aquel que pregunte: ¿y qué ganamos trancando las calles? Siempre habrá alguien que tiene un “plan” mejor. Jamás se han enfrentado a una tiranía castro-estalinista, pero pretenden tener la “solución” al trauma colectivo. Al final, son esos los primeros que no participan de una manera o de otra.
La sublevación cívica, activa, generalizada y sostenida ha sido ampliamente probada en otros países. Habrá quien diga: “sí… eso habrá sido en Serbia, pero aquí no somos serbios”. En fin. Siempre habrá quien guste de ponerse barreras. Dejemos que sea el enemigo quien nos ponga las barreras, no seamos nosotros mismos quienes nos auto-limitemos.
XII. SU FUNCIÓN CÍVICA Y ACTIVA
Es importante, pues, explicar – entre otras cosas – cuál es la función cívica y activa de “La Guarimba”, como una modalidad de sublevación.
La única función cívica y activa de “La Guarimba” es la de paralizar al país de una manera generalizada y sostenida, logrando un VERDADERO PARO GENERAL: ¡un verdadero paro general!
Eso solo es suficiente como para defenestrar al más obstinado tirano, sobre todo, porque al pasar los días se tiene que buscar una solución y al no haber otra que cambiar los factores de poder, lo único que quedaría sería la insurrección militar presionada internamente por millones de ciudadanos sublevados y externamente por la llamada “comunidad internacional”. Así ha funcionado siempre. El régimen perderá el apoyo interno, el de sus militares, acólitos y/o policías. Así las cosas, la única vía factible sería el abandono del poder.
Eso le sucedió a Milosevic… a Marcos, a Batista, a Aristide, a Fujimori, a Pérez Jiménez, a Ceaucescu en Rumania y a Erich Honecker en la Alemania Oriental, entre muchos otros tiranos que fueron depuestos tras una presión popular de mayor o menor grado de violencia.
“La Guarimba” es una de tantas maneras de provocar esa necesaria presión interna y externa para que los tiranos abandonen el poder. Es, además, la manera más segura y expedita, si la hacemos correctamente.
La mayor parte del pueblo solamente tiene que comprometerse a trancar el pedacito de calle que está frente a su casa, a no alejarse más allá del frente de su vivienda y a no confrontar con el enemigo. Quedarse dentro de su hogar (de su refugio o “guarimba”) es lo mejor… de ahí el nombre de esta estrategia ya que “guarimba” significa, en uno de los dialectos caribes: refugio. En esta estrategia de “LA GUARIMBA”, el elemento más importante es el refugio de los participantes, la “guarimba” de los participantes. Es entendible el por qué no debemos desplazarnos más allá del frente de nuestras “guarimbas”, de nuestros “refugios”. Al menor indicio de peligro, nos retiramos “estratégicamente” a la seguridad de nuestras “guarimbas”, de nuestros “refugios”: de nuestras viviendas.
XIII. LOS “PEONES CIRCUNSTANCIALES”
Todo régimen sobrevive con la necesaria ayuda de los “peones circunstanciales”. Estos son aquellos que conforman, por motivos circunstanciales, las fuerzas armadas y los organismos policíacos de represión o prevención. Estos “peones” (soldados y policías) cambian de bando con las circunstancias. Al cambiar el gobierno, cambian de bando.
Debemos captar a los “peones circunstanciales” del régimen para que nos ayuden a modificarle, para bien, el destino al país. Además, los “peones circunstanciales” podrían salvar cientos de vidas de nuestros aliados al momento de una sublevación.
Es muy fácil hablar con “ellos”… con los “peones circunstanciales”. Muchos de los “núcleos” de las células de resistencia conocen a un “peón”… o son familia de uno de ellos. Hay que pedirles que llegado el momento, disparen por encima de nuestras cabezas, con todo lo que eso significa. A esos “peones” hay que irlos ablandando. Todos ellos tienen familia y muchos familiares de los “peones”, están del lado de la patria, no del régimen y formarán parte de nuestras células de resistencia.
XIV. LAS “CONDICIONES OBJETIVAS”
La situación momentánea de un determinado país es evaluada por las condiciones subjetivas y/u objetivas. Ambas condiciones son tremendamente cambiantes... dinámicas.
CONDICIONES SUBJETIVAS – Son aquellas condiciones que CREEMOS existentes en un determinado país en un momento específico en el tiempo. Las condiciones subjetivas NO SON precisamente las reales: son las que un grupo pudiera creer existentes. Por ejemplo, nuestros líderes de la resistencia pudieran pensar que están dadas las condiciones para convocar a la sublevación, cuando, en realidad, no es así... en cuyo caso, el llamado a la sublevación podría fracasar.
CONDICIONES OBJETIVAS - Son las reales. Las existentes. Cuando la marcha del 11 de abril de 2002 en Venezuela, estaban dadas las condiciones objetivas para una sublevación. Lo mismo sucedió en la tarde del 27 de febrero de 2004, cuando se prendió “La Guarimba”.
Oigan bien: es un requerimiento imprescindible que estén dadas las “condiciones objetivas” (las verdaderas) para llamar al pueblo a la sublevación o para que el pueblo se subleve de manera espontánea. Habrá que esperar el momento adecuado y mientras tanto, nos vamos preparando con “tareas”, retando al régimen e ignorándolo en todos los sentidos, pero – sobre todo – divulgando, a través de las células de resistencia el mensaje de sublevación y las instrucciones de cómo sublevarnos de una manera adecuada y segura. No se puede PROGRAMAR una sublevación. Aquel líder que convoque la sublevación a distancia, es decir, dentro de un mes o más… que “planifique” la sublevación, es – seguramente – un traidor cuya misión es la de EVITAR la sublevación y fomentar la depresión colectiva. Lo mismo podemos decir de aquellos líderes que llamen al DESPLAZAMIENTO de la población. LO ÚNICO que están buscando son unos muertos, para “matar” también la opción de la verdadera y efectiva sublevación.
XV. ¿Y DESPUÉS QUÉ?
Una pregunta muy válida es qué sucederá en el país después del derrocamiento de la tiranía. ¿Quién tomará el control del país?
Esa es una pregunta imposible de responder. Puede que se monte un “gorila” con intenciones muchísimo más malsanas que las que tenía el tirano depuesto, lo cual sería difícil... pero no imposible. ¿Qué haríamos entonces? Lo mismo que hicimos para sacar al tirano anterior, sólo que esta vez se nos hará infinitamente más fácil porque ya sabremos cómo sublevarnos y el poder de la sublevación en manos de la sociedad civil.
Sin embargo, no se nos ocurre un sistema más funesto, cruel, aberrante y satánico que el Castro-Estalinismo, así que nada podría ser peor.
XVI. ¿CÓMO COMENZAR UNA CÉLULA DE RESISTENCIA?
La etapa más sencilla – Y LA MÁS IMPORTANTE – de toda sublevación cívica es la creación de UNA “célula de resistencia”: de la primera. He aquí cómo se logra paso por- paso:
PRIMERO – Debemos imprimir SEIS copias del “Manifiesto de La Liberación”, este manifiesto que estamos leyendo en estos momentos, que también puede ser bajado y copiado en la siguiente dirección cibernética:
http://www.mrr.name/manifiesto.pdf
SEGUNDO – Debemos invitar a nuestra casa a CINCO amigos, familiares o compañeros de trabajo que estén del lado de la Patria. Sería perfecto que estos individuos no se conocieran entre sí y que no trabaran amistad de ahí en adelante. No presenten a los invitados, ni divulguen sus nombres entre ellos… en el caso de que no se conozcan, claro.
TERCERO – En la reunión cada participante debe turnarse para leer un párrafo de este manifiesto, cuya copia habrá recibido al comienzo de la reunión. Si hubiese acceso a la Internet, sería bueno revisar nuestro sitio en la red.
http://www.mrr.name/celula.htm
CUARTO – Cada participante debe COMPROMETERSE a crear una célula de resistencia de la misma manera.
QUINTO – Debemos velar porque nuestros CINCO “núcleos” hayan cumplido la misión de crear una nueva “célula” cada uno.
SEXTO – Debemos estar pendientes de revisar constantemente nuestro sitio en la web, donde estaremos impartiendo información importante. ¡EN MENOS DE UN MES HABREMOS CONTACTADO A CASI 10 MILLONES DE HERMANOS!